¿Compromiso?

Después de mucho tiempo, vuelvo a mi casa virtual en un momento complicado e incierto. Vuelvo para seguir compartiendo mi perspectiva, para estar más cerca de vosotros y porque no para dar forma a mis pensamientos que muchas veces se quedan en el limbo.

No os voy a mentir. No está siendo un año fácil ni a nivel profesional que personal. Tenía demasiadas expectativas en el 2020: era el año del sí quiero, de viajes con amigos y familia, de comprometerme con cuerpo y alma en un proyecto profesional y…. de correr una media maratón. Demasiados planes que no se materializarán en un corto plazo.

Sí fue difícil y me esperarán meses aún más complicados, pero también de estas situaciones aprenderemos algo más de nosotros y lograremos valorar lo que tenemos. 

Porque en los momentos complicados es cuando se entiende que personas quieres que sigan a tu lado, con que persona quieres seguir compartiendo los días y en qué empresa quieres trabajar. 

Porque en estos momentos lo que más cuenta son los valores y el compromiso que te une a la otra parte, las ganas de innovar y de adaptarte a una nueva situación.

Es muy difícil superar momentos complicados cuando los valores o la cultura de empresa no son compatibles o cuando los intereses individuales priman respecto al bien común. Y también es muy complicado no hacer prevaler nuestro instinto de supervivencia en momentos de tensión e incertidumbre. 

Muchas veces tendemos a idealizar las relaciones profesionales y personales pensando en una relación sin conflictos y sin momentos de dolor o de «bajón».  Sería muy bonito..pero poco real.  Cada relación tendrá sus «altos y bajos», cada empresa tendrá sus áreas de mejoras, cada pareja tendrá sus problemas.. pero ¿por qué siguen juntos?

Puede ser que por «costumbre», por miedo al vacío, por seguridad.. pero estoy segura que hay también otros porque más escondidos que nos mantienen unidos no obstante las intemperies y que son vinculados a nuestros valores. 

¿Lo difícil? Transmitirlos constantemente a nuestro locutor, sea nuestro compañero de trabajo, jefe o pareja. 

¿Lo más complicado aún? Comprometer en momentos de crisis sin haber hecho los deberes previos. Tenemos que recordarnos constantemente que somos personas y que nuestro comportamiento tiene que ser coherente a lo largo de la relación y transparente. Cambios repentinos y comunicación excesiva no suelen comprometer más a los colaboradores y muchas veces el resultado es opuesto al esperado. Es verdad que mejor tarde que nunca.. pero soy de la idea que el compromiso hay que cultivarlo día tras día y no empezar en un momento de tormenta o cuando tenemos miedo a perder la otra persona. 

Por otra parte en estas circunstancias se valoran aún más los pequeños detalles y la capacidad de entender las emociones. 

Siento decepcionaros.. pero no hay una receta mágica para gestionar el talento pero si que con empatía, coherencia, esfuerzo y dedicación se pueden lograr grandes cosas. 

¡Ánimo a tod@s y un abrazo virtual!